¿Te sientes seguro de ir en este momento a tu restaurante favorito o bar? Sí la respuesta es afirmativa deberías tomar en cuenta algunas variables, antes de volver a visitarlo.
Sabemos que el virus conocido como SARS-CoV-2, que causa el COVID-19, puede viajar por aire, por tanto, como podemos asegurar que al ir a un ambiente cerrado, como lo son una gran cantidad de bares y restaurantes en nuestra ciudad, no estamos en riesgo de contagio?
Debemos tomar en cuenta algunas consideraciones, ya que para beber o ingerir alimentos violaremos una de las reglas más básicas en el control de la enfermedad: el uso de la mascarilla. Al no tener nuestro cubre boca, nos exponemos a que cualquier patógeno, pueda ingresar a nuestro organismo por vía aerotransportada.
Los restaurantes y otros establecimientos comerciales a menudo funcionan como si las partículas de coronavirus desaparecieran a menos de 2 metros o pueden ser detenidas por divisores de plástico. Los restaurantes colocan mesas a 2 metros de distancia. Se han instalado barreras de versión en bares de karaoke e innumerables establecimientos comerciales.
Sorprendentemente, estas precauciones se basan en un modelo de transmisión de la enfermedad que se remonta a casi un siglo.
Pierde todo el sentido, decir que se toman todas las medidas de bioseguridad en el establecimiento, cuando estos se olvidan de atacar la principal fuente de transmisión de la enfermedad: el aire.