“La gente piensa que están protegidos en interiores y en realidad no lo están”.
La evidencia que documenta la propagación de aerosoles de largo alcance de Covid-19 tiene importantes implicaciones para hospitales, restaurantes, farmacias, espacios comerciales, oficinas, cualquier espacio cerrado y de alto tráfico.
A corto plazo, la ciencia hace un fuerte argumento para las mascarillas y protectores faciales.
Sin embargo, es imposible comer, beber o limpiar los dientes mientras usas una máscara, y en algún momento, después del despliegue de la vacuna contra el Covid-19, las pautas de la máscara pueden desaparecer.
El SARS-CoV-2, sin embargo, permanecerá entre nosotros, junto con la gripe y otros patógenos transmitidos por el aire que constantemente ponen en peligro vidas. Además, seguramente surgirán nuevos virus y cepas de bacterias resistentes a los antibióticos. “La distancia por sí sola nunca resolverá el problema de los aerosoles”