La medición de la calidad del aire interior es importante para garantizar un ambiente saludable y seguro para las personas que ocupan un espacio interior. Los estándares ASHRAE, EPA, NIOSH y OSHA establecen límites y niveles de aceptación para diferentes contaminantes del aire interior. A continuación, se presentan los niveles de aceptación para algunos de los contaminantes más comunes:
- Compuestos orgánicos volátiles (VOC): El límite de aceptación varía según el tipo de VOC, pero en general, los niveles de VOC deben mantenerse por debajo de 500 µg/m³ para garantizar una buena calidad del aire interior.
- Dióxido de carbono (CO2): El límite de aceptación para el CO2 es de 1,000 ppm en espacios interiores.
- Humedad relativa: El rango de aceptación para la humedad relativa es del 30% al 60%. Los niveles de humedad por encima del 60% pueden promover el crecimiento de moho y otros microorganismos, mientras que los niveles por debajo del 30% pueden causar sequedad en la piel y las membranas mucosas.
- Materia particulada PM10 y PM2.5: El límite de aceptación para la materia particulada PM10 es de 50 µg/m³ y para la PM2.5 es de 25 µg/m³.
- Monóxido de carbono (CO): El límite de aceptación para el CO es de 9 ppm en espacios interiores.
- Ozono: El límite de aceptación para el ozono es de 0.05 ppm en espacios interiores.
La norma ISO 16814:2008 establece los requisitos para la calidad del aire interior en edificios no industriales. La norma establece límites para los contaminantes del aire interior, como el CO2, el CO, los compuestos orgánicos volátiles y el material particulado.
Es importante tener en cuenta que los niveles de aceptación pueden variar según la normativa y el país. Además, es importante realizar mediciones regulares para garantizar que los niveles de contaminantes se mantengan dentro de los límites aceptables y tomar medidas correctivas si es necesario