Según ASHRAE, el comisionamiento es “El proceso planificado que tiene como objetivo verificar y documentar que las instalaciones, probadas, operadas y mantenidas, satisfacen los requerimientos del propietario y los criterios de diseño y cumplen las condiciones exigidas para su funcionamiento”. Este proceso garantiza que los sistemas HVAC sean instalados y operados de manera eficiente, cumpliendo con los estándares de calidad y seguridad establecidos, lo que contribuye a la confiabilidad y sostenibilidad de los edificios.
El concepto de planificación en el proceso de comisionamiento de sistemas HVAC se refiere a la fase inicial y fundamental en la que se establecen los objetivos, alcance, recursos y cronograma necesarios para llevar a cabo de manera efectiva la puesta en marcha y verificación de los sistemas HVAC. En esta etapa, se definen claramente las actividades a realizar, se identifican los requisitos de diseño y normativas aplicables, se asignan responsabilidades a los miembros del equipo, y se elabora un plan detallado que guiará todo el proceso de comisionamiento.
La planificación del comisionamiento implica una cuidadosa evaluación de los sistemas HVAC, la revisión de los diseños para garantizar su conformidad con los estándares y normativas pertinentes, y la coordinación con los diferentes departamentos involucrados en el proyecto. Además, se establecen protocolos de comunicación, se prepara la documentación necesaria, y se realizan revisiones exhaustivas para asegurar que todos los aspectos críticos sean considerados y abordados de manera adecuada.