La calidad del aire interior y su relación con el rendimiento laboral
Una de las principales preocupaciones en el ámbito laboral hoy en día, es la de establecer y exigir planes de prevención en los centros de trabajo con el fin de lograr un entorno laboral lo más seguro y saludable posible. Y es aquí donde intervienen factores tan importantes como el conocido IAQ- Indoor Air Quality o Calidad del Aire Interior y que en los últimos años ha derivado a un concepto mucho más amplio denominado IEQ – Indoor Environmental Quality o Calidad de ambientes interiores.
¿ CUÁLES SON LOS FACTORES QUE AFECTAN A LA CALIDAD DEL AIRE INTERIOR?
Los principales factores que influyen en una mala calidad del aire interior serán:
Una ventilación inadecuada, un insuficiente suministro de aire fresco a consecuencia de una elevada recirculación del aire o de un bajo caudal de impulsión; una mala distribución de los sistemas de ventilación; la incorrecta filtración del aire por un mantenimiento incorrecto o un inadecuado diseño del sistema de filtración y por último una temperatura del aire y humedad relativa extremas o fluctuantes son las principales causas de una ventilación inadecuada en el interior de los edificios.
La contaminación interior originada por los propios individuos u ocupantes y por otras muchas causas como el propio trabajo que se realice, la utilización inadecuada de productos de limpieza, desinfectantes, etc., los gases de combustión e incluso la contaminación cruzada procedente de otras zonas poco ventiladas y que pueden afectar a espacios próximos.
La contaminación exterior referida a la entrada de humos de escape de vehículos en el edificio, los gases de calderas, productos como el asfalto y aire contaminado previamente desechado al exterior que vuelve a entrar a través de las tomas de aire acondicionado. Además, se pueden producir infiltraciones de vapores de gasolinas, emanaciones de cloacas, insecticidas, fertilizantes e incluso dioxinas o radón a través del suelo.
La contaminación biológica que es menos frecuente en edificios de oficinas, pero puede llegar a provocar una situación sanitaria delicada.
La contaminación debida a materiales empleados en la construcción por considerarse inadecuados o con defectos técnicos.
¿INFLUYE ENTONCES LA CALIDAD DEL AIRE EN EL RENDIMIENTO LABORAL?
Tras analizar los factores que pueden provocar una mala calidad del aire y sus consecuencias podemos afirmar que nos encontramos ante uno de los principales retos de las empresas en materia de prevención y seguridad laboral.
Está demostrado que, una mala calidad del aire en el lugar de trabajo puede afectar no sólo a la salud, confort y bienestar de los ocupantes sino también a su productividad.
Un reciente informe realizado por investigadores de Harvard en el año 2016 constataba como una ventilación mejorada repercutía de forma beneficiosa en la salud de los trabajadores y en su rendimiento. Y si además de mejorar la ventilación, se mejora la filtración de aire que elimina la contaminación del aire exterior), la reducción de la exposición química cubierta, y se cuenta con la implementación de un buen programa de alérgenos, los beneficios que se consiguen son aún mayores.
También las Agencia Europea del Medio Ambiente y la EPA, alertan sobre las consecuencias de no cuidar la Calidad del Aire Interior, ya que no solo repercute en nuestra salud, sino que tiene también, un elevado coste económico en gastos médicos directos y en gastos indirectos relacionados con la pérdida de productividad de los trabajadores afectados.